Hace tiempo que no me daba para escribir algún tipo de pelada de cable. La verdad vengo saliendo de un gran período de cambios que me tenían un poco bloqueada para pensar... pero ya los cambios van teniendo su efecto positivo (siempre intento ver cualquier crisis como una bomba que trae algo mejor, aunque a veces no se note con el mal rato inicial) y empiezo a ordenar la cabeza y mirar el panorama que tengo hoy.
Una de las cosas que más me tiene asombrada, visualizando mi nueva situación (de soltera de 30 años teletransportada después de 11 años emparejada, o sea de los 20 a los 30... ouch!) es la nueva forma de relacionarnos tan basados en el "shat".
Todos con smartphones, todos conectados literalmente las 24 horas del día a través de alguna red social (watsup, FB, Twitter, Gmail) pero finalmente todos mirando una simple pantalla e intentando comunicar lo que realmente queremos decir así: sólo con palabras y caritas! (como odio ya las caritas!). Demasiado difícil e impersonal para mi esta nueva forma de querer expresar lo que realmente quiero decir... las cosas se toman muchas veces de otra forma, las risas con el "jajaja" ya son una muletilla y las ironías pasan a ser pesadeces porque ni la mueca de sonrisa en la cara puedes ver... así me parece no se puede.
Soy sólo yo la desconectada que llegó tarde al nuevo tipo de coquetería, o hay varios ya que no aguantan estas relaciones de letra imprenta?
He llegado al punto de querer cambiar mi súper celular (aunque sé a la vez que uno se vuelve muy dependiente de él) por mi antiguo Nokia que obligaba por lo menos a motivarme y llamar.
La nueva era de relaciones escritas está formando la flojera sentimental, donde un simple "<3" debiera suplir parte de lo que antes era un beso.
NO. No puedo y para mi no va. Aunque esté pegada en la coquetería anticuada (que me parece una delicia) y el hecho de tener que sacar personalidad por último para declararme a la cara y pegarme los porrazos de la vida en el intento no quiero caer en la relación del "shat". Porfavor NO!
martes, 31 de julio de 2012
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