Diversidad

Ilustración Naja Conrad - Hansen

Autonomía. Independencia. Diferencia. Aceptación... pequeñas grandes palabras que abarcan un paraíso de significados y a las cuales llegamos de una manera más rápida si la sociedad entera entendiera realmente el significado de ellas.

Desde chicos se nos enfrentan tres mundos. Nuestra casa, y todo su conjunto de reglas y mecanismos. La sociedad, ese mar de personas que se regulan por leyes comunes, pero que se auto regulan según su base familiar y su sistema personal, y aquí entra el tercero, el personal. La unión y adecuación a los dos anteriores.

Entre estos nos movemos en diferentes proporciones... CADA UNO de nosotros. Millones de procesos y conexiones neuronales que se adaptan de diferentes maneras a los establecimientos que estos tres grandes espacios (casa, sociedad y mente) presentan.

No hay manera de encasillar realmente cada proceso, aunque siempre se quiera. No hay manera de describir a grandes rasgos y agrupar cada experiencia... hay similitudes, hay historias de vida parecidas, hay gustos similares, pero NUNCA habrá una persona igual a la otra, y en eso recae la autonomía. De aceptar la autonomía recae nuestra independencia. De tener independencia recae nuestra aceptación frente a los demás.

El como sabiéndonos ultra distintos (por como es nuestra familia, como recibimos y procesamos su sistema de vida y como nos enfrentamos con esta base a la sociedad) a los demás, y desde esta distinción interactuamos con el entorno, permite que creemos una red abierta y sin limites sobre lo que se puede o no hacer PARA nosotros... hay una base de conocimiento que se nos entrega a todos, el como la manejemos es de cada uno. Somos todos nada que ver. Aceptémoslo. Que mejor que eso! y que mejor que abrir nuestros canales para permanentemente estar recibiendo nuevas formas de ver lo que nos rodea.

Sin diversidad no hay nada.