Por Kika Sánchez
Una vez más tenía más que pauteado mi tema, y estaba feliz con él hasta que me topé con mi hermana saliendo del baño.
Tenía cara de impacto y un color tal que parecía que un calefón o más bien una caldera le hubiera explotado en la cara. No me asusté porque vi en su mano aquel aerosol… el famoso Quick Tan.
Sustancia que te da un look bronceado/carbonizado (dependiendo del uso o abuso) todo el año…
Esto se vende como belleza con atomizador por una módica suma. Y dentro de sus beneficios figura “un look saludable”.
A raíz de esto comienza mi braistorming lleno de cuestionamientos:
Piel quemada = piel bonita?
Look Caribe = Look Saludable?
Estar blanca = estar enferma?
Ninguna de las anteriores.
Reconozco que durante el último período de mi adolescencia, el tono “Carla Valero” era prácticamente un referente. Me compraba 30 sesiones de solárium a $15.000, siendo absolutamente inconsciente, ingrata y poco considerada con mi epidermis.
Pero con el tiempo esto cambió, sobretodo en mi estadía en Italia.
De pronto empecé a valorar la blancura más allá de la ropa. Y es que una piel blanca más que verse poco saludable, se ve muy elegante, iluminada y joven. El maquillaje luce mejor, y la luz prácticamente se triplica.
Por algo más allá de la estética pura vemos modelos, actrices y uno que otro famoso arrancando del Sol y su impacto, por lo menos en la cara. Sumado a frases “Me aplico protección solar todos los días”. Y más aún si revisamos a los íconos de belleza de todos los tiempos, nos damos cuenta que la Barbie Tropical no figura en la lista.
Cuando veo a mi hermana y sus amigas con sus estucadas caras, me acuerdo inmediatamente de aquel pecado mortal de los 90's… La Tierra India! Valor!!! Ese color ladrillo esparcido prolijamente, y a veces no tanto, en nuestras caras pretendiendo mejorar nuestro aspecto, no era más que un perjuicio!
Parece que el amor por la blancura va de la mano con la madurez… o con la aparición de las primeras arrugas, porque cada vez veo más gente a mí alrededor tomando conciencia frente a los tonos mate tanto dentro como fuera de estación.
Y es que la piel merece un descanso después del verano! Y no sólo eso, merece no ser quemada ni teñida.
He conocido mucha gente en mi vida, y nada me ha llamado más la atención que el amor por la piel de lagartija de las italianas del sur, y la devoción por la tez blanca por parte de la población de India. Cómo olvidar cuando me decían “Así te ves bien Kika, no como estabas”. Haciendo alusión a mi blanqueamiento post verano.
Veía a mi alrededor a mis compañeras asiáticas y admiraba esas caras lisas, sin manchas, como si fueran de porcelana!! Qué envidia! Cómo no va a ser más linda esa naturalidad!
Por más que lo analizo no puedo dejar de encontrarles razón. La elegancia, la sofisticación y el estilo son cuestión de piel.
Nunca adornados por un bronceado forzado y menos artificial.
Y como una imagen vale más que mil palabras, les regalo un par de referentes!
jueves, 16 de junio de 2011
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esto es de lo mas estupido y racista que he leido
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