Por @danischiaffino
Esta columna se
ha vuelto como mi diario de vida, les he contado mis penas de amor,
desilusiones laborales y me he mostrado tal cual soy.
Hace casi 15 años
falleció mi papá, un hombre increíble, sé que cuando alguien muere todos hablan
maravillas de la persona, pero en este caso él era a toda raja. Un papá mitad
niño mitad adulto. Siempre presente, dispuesto a jugar sin importar lo cansado
que estuviese. Yo lo amé en vida, siempre se lo dije, lo regalonié sin saber
que me lo iban a quitar tan pronto. En esos años supe lo que él quería de mí,
hablábamos de todo. Era el papá que estaba conmigo todos los lunes en el
colegio porque los profesores lo mandaban a llamar por mi mala conducta y me
defendía a morir.
El verano del '98
pasó lo peor, tuvo un accidente y falleció a las pocas horas… sentí que me moría
con él, no pude despedirme como me hubiese gustado. Experimenté dolores que
jamás imaginé que existían, sentí que la mitad de mi ser se fue con él.
Por años llore
todas las noches, solo pedía que el dolor pasara pronto, esta agonía me estaba
matando de a poco… lo extrañaba tanto, necesitaba sus abrazos, necesitaba su
risa, sus chistes, sus bailes, lo necesitaba entero.
Con los años el
dolor se fue haciendo parte de mí, aprendí a ver las cosas con otros ojos, me
di cuenta que el poco tiempo que lo tuve lo aproveché a concho, murió y yo le
había dicho todo, no me quedé con nada dentro. Tuve a un ser de luz en mi vida
y que ahora es mi mejor angelito. Lo siento conmigo, en todo momento, cuando he
tocado fondo (y sí que lo toque) y cuando estoy en momentos de alegría.
Como familia
todos los años celebramos su cumpleaños en familia, a él le encantaba estar de
cumpleaños, por lo que seguimos la tradición. Todos los 20 de Diciembre comemos
en familia y lo recordamos, nos reímos de situaciones que nos ocurrieron, ya no hay recuerdos con pena porque es
imposible recordarlo con pena, si todo el día se estaba riendo.
Este año una vez
más comimos juntos y vimos fotos, leímos cartas, nos reímos hasta llorar (de la
risa).
Lo que pudiera ser una fecha difícil, nosotros como familia la hemos
podido transformar en un momento de unión y risas.
Después de mucho
tiempo he vuelto a ser feliz, jamás pensé que lo iba a ser, pero ahora puedo decir que soy una
persona feliz, sigo amándolo y lo seguiré amando cada día de mi vida. Mi papá
es la primera persona que tengo en mi mente al despertar y la última antes de
dormir. Sé que me estará esperando y el día que llegue mi hora yo estaré feliz
de correr a abrazarlo tan fuerte que lo dejaré unos segundos sin respiración.
Nos sentaremos a reír y sé que me va a retar también porque no he sido una
santa.
Si alguna a
perdido a un ser amado y tan cercano como papá, mamá, hermanos, amigos… les digo
con certeza que volverán a ser felices, volverán a reír y a disfrutar la vida.
Solo tenemos que
aprender a integrar el dolor a nuestro cuerpo, a vivir con una cruz que con el
tiempo será parte de nosotros y no nos dolerá, solo estaremos agradecidos de lo
afortunadas que fuimos al compartir con una persona tan increíble.
A todas un abrazo
enorme, que hayan tenido una linda navidad y disfruteeen chicas, digan ahora lo que
tienen que decir, no se guarden nada, abracen fuerte, digan te amo, no tengan
miedo y siempre sientan a concho su día! La vida es una, cometamos errores,
caigámonos mil veces y volvamos a pararnos, enamorémonos mil veces y suframos
por amor, arrepintámonos de las cosas que hicimos y no de las que no y lo más
importante… seamos felices!
Un beso y un abrazo a cada una de ustedes!
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