Por Ursula Izquierdo
Hasta hace un par de años la idea que yo tenía de la cuarentena en mi cabeza era seguramente la de muchos. Y era que antiguamente, para sanarse de alguna enfermedad, había que pasar 40 días en cama y aislado. Ya la palabra cuarentena para mi tenía olor a naftalina -esas pelotitas blancas que le ponían a la ropa para que no se la comieran las polillas-. Pero no es la misma imagen que tengo hoy de las cuarentenas.
Empecé mi primera cuarentena hace un año y medio más o menos. Y no la hice ni en cama ni aislada. Estaba en el peor momento, con una depresión post parto fuerte de la cual me estaba siendo muy difícil salir con las herramientas convencionales: sicólogo, siquiatra y un antidepresivo que no me hacía efecto.
En una de mis clases de Yoga escuché sobre la cuarentena de saludos al sol y los efectos que tenía. Entonces empecé ese mismo día. (El saludo al Sol es una secuencia de posturas que se practica mucho en varias corrientes de Yoga).
Hice 18 saludos al sol todos los días durante 40 días. No fue nada fácil hacerse el tiempo y el ánimo, pero lo hice. No me pregunten cómo ni porqué, pero 2 días después de terminar la cuarentena estaba renunciando a mi pega. Nada planeado, fue un efecto de la cuarentena.
Unos meses después inicié mi curso de Instructora de Yoga Infantil y me encontré con la sorpresa de que como requisito para convertirse en instructora debía hacer por lo menos una cuarentena. Por lo tanto hice una más, luego otra, y ahora estoy haciendo mi cuarta cuarentena.
La segunda cuarentena fue una secuencia de un sólo ejercicio que masajea los 3 primeros chakras. Se llama Sat Kriya. El resultado fue realmente increíble para mi –no creo que a los hombre les guste leer esta parte, pero bueno-. Hasta ese día nunca en mi vida había menstruado de manera natural, de hecho me operaban de quistes ováricos cada 2 años. Después de esta cuarentena no sólo comencé a menstruar, sino que empecé a hacerlo regularmente cada mes, y eso si que es un milagro. Quizás sueno un poco a LLAME YA! Pero la verdad es que fue así.
La tercera cuarentena sí fue dirigida. Necesitaba calmar un poco mi mente de tanto pensamiento e ideas y le pedí a mi instructora de Yoga que me diera una secuencia especial para eso y me dio un Pranayama. Los Pranayamas son ejercicios de respiración y ella me recomendó que hiciera uno para la mente neutral. También tuve buenos resultados.
La última cuarentena, en la que estoy hoy es para fortalecer el tercer chakra. Al trabajarlo fortalecemos nuestro carácter, nuestra voluntad y energía vital. Ya les contaré los beneficios de esta cuarentena cuando la termine.
Las cuarentenas modifican, mueven y transforman. Si practicamos algún hábito o disciplina todos los días durante 40 días, sucede un movimiento energético que nos lleva a un cambio.
Si quieren hacer algún tipo de cambio o transformación en cualquier aspecto de ustedes mismos, hacer una cuarentena podría ser una buena herramienta. No tiene que ser una secuencia de Yoga necesariamente, puede ser incorporar alguna dieta sana, hacer un ejercicio de respiración, o implementar un nuevo hábito (sano por supuesto). Lo importante es que tiene que hacerse durante 40 días. Y si se te olvida uno hay que comenzar de nuevo.
Al principio, hacer una cuarentena puede ser tan difícil y aburrido como lo fue para nuestros aislados ancestros, no lo niego. Pero una cuarentena puede ser el camino para hacer esa pequeña gran transformación que uno está buscando.
Suerte al que se anime.
viernes, 10 de diciembre de 2010
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que bien a trabajar el espíritu! cultivas lo que siembras, el yoga siempre te devuelve 20 veces mas de lo que entragas!!! me gustó el artículo a ver si suben mas!!! lo intentaré
ResponderEliminarMe gustó mucho el articulo! Dime si eres tan amable, si quiero cambiar o transformar mi relación con los hombres, me refiero a darme mas valor como mujer, o dejar de atraer quienes me lastimen, que tipo de ejercicio sería el ideal? o sea, una cuarentena para fortalecer que chacra me recomiendas?
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