Desde que lo vi hace unos meses atrás que este personaje y todo lo que transmite no se me ha salido de la cabeza.
Yoshimoto Nara es de estos artistas que cautivan desde el primer segundo y no hace falta saber mucho de su obra para entenderlo y empatizar con él y lo que comunica con ella.
Su trabajo parece increíblemente simple: los sujetos, gigantes, que llenan el primer plano sin nada de minimalismo, suelen ser niños aparentemente vulnerables, o mascotas que podrían ser los mejores amigos de cualquier tierno e inocente ser humano de 7 años. Y todo sería perfecto, pero NO. Son niños un tanto perturbados, siniestros, con mirada acusadora y en el fondo mucho desencanto e impotencia que por lo mismo tiempo despiertan cierta ternura.
Colores pastel, con sus enormes cabezas, sus ojitos de cómic japonés (influencia del manga), suelen tener armas o cigarros en las manos y se ven bastante irritados, ya que aunque tengan una apariencia inocente y angelical, esconden mensajes siniestros o de rebeldía.
Nara es un artista de culto, popular como pocos, dicen los que saben que se trata de uno de los artistas más influyentes del Neo Pop, emergente del glamoroso Movimiento Pop de los años 90.
Nara nació en 1959 en Hirosaki y es reconocido por sus retratos de niños y animales que protestan contra la guerra, la soledad y el abandono y por otra parte aman la música y el arte.
Sobre estos temas basa su obra y al igual que muchos de su generación se refugia tras su estética para demostrar su desacuerdo y particular mirada sobre la sociedad.
Con influencias del manga, los dibujos animados estadounidenses, el graffiti y el arte punk une la inocencia y la malicia humana en productos que muchos enmarcan dentro del Japón de la posguerra.
Y es esa la manera de Nara de poner en el mundo su manifiesto contra la guerra, la soledad, el abandono y por otro parte su amor por el rock, la música y el arte. Y, como se trata ante todo de un artista pop, su trabajo no se limita a las pinturas, que suelen ser de proporciones considerables, entre sus obras hay libros, muñecos, dibujos, una edición limitada de relojes y una línea de ropa con sus pinturas estampadas. Sin contar con dos gigantes instalaciones en una de las principales avenidas de Nueva York.
Un verdadero hit con mucha mucha mucha personalidad.
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