Viajar liviano...

Este primer finde del mes partí el 1ero a la playita... empezar el año fuera y desconectada... uuu... pero aún así me dí cuenta de que ya no viajo liviano...

En cuanto a objetos: mi bolso (que no sé porque termino empacando cosas porque sí y porque no, cosas que al final ni uso y otras que más encima se me quedan en casa), mi cámara (que no es tan chica y ocupa su propio espacio, al final la cuido más que a mi perro), mi computador (que me propuse no abrir todo el viernes por la tarde y sábado y cumplí!) y sus anexos (mouse, disco duro externo, lector de tarjetas (por si se me acaba la memoria de la cámara)...), comida, revistas (infaltables!), música, toallas... esto corre por mí, además tengo que ver las cosas de mi hija (que no son pocas tampoco), mi perro... aaaahhhhh!!! rica forma de empezar el año, pero buena forma de darme cuenta de que YA NO VIAJO LIVIANO! Grrrrr... y no sé que tanto pueda ya desprenderme de la mayoría de lo que llevo... son ya como parte mía!

Desconexión, cual será el significado hoy en día de eso?... salir sin computador? (y el iphone? que por surte, o mala suerte, ya no tengo)... la verdad es que poco a poco con el avance de los años, y la tecnología, la desconexión total se hace cada vez más difícil, o latera (jeje) para algunos. Estamos en una permanente necesidad de estar ahí, las redes sociales nos comen y para peor nosotros vemos como... se nos pasa la vida a través de una pantalla y un teclado, mientras fuera está realmente la vida... (o ya no?).

En fin, creo que ahora que estamos empezando un nuevo año, un año que es el primero de una nueva década, está bueno revisar que tan liviano estamos viajando en general y que tanto más livianos podríamos viajar... les aseguro que es bastante más.

Botemos lo que sobra y olvidémonos de lo que realmente no importa. Dejemos el núcleo, saquemos tanto adorno y VIVAMOS, disfrutemos del aire y pensemos al revés de siempre, mejor que fafa a que soso... derepente así volvemos a lo esencial...