La verdad es que nada me importa el Superbowl, ni un año le he puesto atención a este evento gringo a más no poder que nada tiene que ver con nuestra cultura, ni con mi interés. Pero obvio que este año más que el Superbowl estaba interesante ver un mini concierto de Madonna, que como ya sabemos hace las cosas en grande... En su presentación de casi 13 minutos mostró un show magno no sólo a nivel musical (interpretando varios de sus temas en formato express), o de bailarines, o de "artistas" invitados, también se lució llevando a un teatro lleno de hinchas deportivos un increíble vestuario de alta costura.
Givenchy Couture fue la casa de modas, al mando de Ricardo Tisci, encargada de diseñar cada atuendo y lo hizo majestuosamente sin perder ni un momento la esencia de lo que Givenchy es.
Muchísimo dorado, presente en los géneros y accesorios ultra notorios que elevaron a la cantante a la categoría de diosa guerrera, complementado con el infaltable y sobrio negro. Un despliegue visual que por sí sólo ya armaron una fiesta y elevaron aún más el nivel de una presentación que superó ampliamente las expectativas... Givenchy + Madonna en el Superbowl... interesante.
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