Por @kikasanchezg
A Matter of Time – Numéro China - Junio 2011 - Por Charles Guo
Ya no estamos sólo dando la hora…
Hace muy poco, tuve la oportunidad de empaparme de nuevos conceptos dado una especie de proceso de inmersión en la industria de la relojería.
Frases tales como “dejó de ser sólo funcional” , “Ahora uno lo combina”, “Yo tengo más de tres” sonaban una y otra vez.
En Chile la gente pasó de tener 1,3 a 1,8 relojes por persona. Lo cual sigue siendo bajo si nos comparamos con USA, donde la gente tiene 3,5 o con Argentina, donde se tienen 3.
El reloj paradójicamente, es atemporal, ha estado dentro de las 3 opciones de regalo desde siempre, apareciendo en sugerencias y guías de compra, durante las distintas efemérides o fechas relevantes en el año.
Paralelamente mi cabeza empezó a divagar entre tanta cifra y me preguntaba “Si podemos ver la hora en el computador, teléfono o en las calles… por qué el reloj seguía siendo un elemento deseado?
Y una vez más la respuesta fue obvia: EL DISEÑO.
Colección Dior VIII
El reloj sufrió una provechosa transición, pasó de ser funcional a ser un elemento estético y aspiracional. Se reinventó para realzar el look, potenciar la actitud y denotar atributos.
Las marcas de lujo dejaron de vender el lujo por si sólo, por el contrario, ahora ofrecen una pieza clave.
Cómo no mencionar la línea de relojes de Michael Kors… o los de cerámica de Dior… y los últimos de Chanel.
El reloj es un competidor directo de las joyas y accesorios, gracias a este giro estilístico que dio, sin dejar nunca la funcionalidad de lado.
Marcas masivas también entraron fuertemente con modelos del pasado, tales como Timex y Casio, posicionándose como elementos “cool” y de culto para bloggeros, trendsetters, y por qué no, líderes de opinión.
Respecto a esto último, la estrategia de Toy Wach fue redonda. Imágenes de personalidades globales dieron la vuelta al globo convirtiendo a estos relojes en una pieza “must have” con sus colores brillantes y variaciones más osadas. Desde Obama hasta Piñera. Desde Ashley Tindsale hasta Margherita Missoni…
El reloj dejó de ser para toda la vida, la herencia protegida del abuelo, el objeto que se queda guardado en una caja para una “ocasión especial”. El reloj ahora es parte de la vida cotidiana, aprovechando toda su versatilidad en el más amplio sentido de la palabra.
En síntesis, ya no están sólo para dar la hora…
miércoles, 7 de diciembre de 2011
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