
Hay una modelo de la década de los 50's que sintetizó la belleza de una de las décadas más elegantes y sofisticadas que ha tenido la mujer.
Un dividido ambiente, donde las feministas luchaban por la libertad e igualdad, pero la mayoría femenina optaba por un ideal perfecto de familia, electrodomésticos (que eran la novedad) y una silueta apretada y esbelta (cortesía de Mr. Dior). Entre estrellas de cine como Marylin Monroe, o primeras damas a lo Jackie O., e incluso estrellas de cine que se convertían en princesas (como Grace Kelly y su historia de cuento), la modelo Simone Micheline Bodin, Bettina, catapultaba una imagen que ha pasado discretamente a la historia como una icónica representación de unos cánones demasiado perfectos, los de los cincuentas.

Con Givenchy tuvo una fuerte conexión siendo su musa, y ya retirada del modelaje encargada de prensa de la ya en ese entonces marca de su amigo diseñador. Una clara referencia estética en cualquier época; delineado perfecto, labios rojos y cejas perfiladas a más no poder, Bettina no tiene tiempo.




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