Por @danischiaffino
Siempre le temí llegar a los 30.
Los veía tan lejanos y en un abrir y cerrar
de ojos ya estaban acá.
Pero me di cuenta que no es nada terrible ¡al contrario! Los estoy disfrutando.
Cuando llegamos a esta etapa de la vida,
tenemos nuestras cosas al fin más claras, sabemos lo que queremos, estamos más
maduras, en el ámbito profesional estamos llegando a la estabilidad que tanto
anhelábamos. Ya tenemos mayor seguridad en el trabajo, ya que con los años hemos demostrado que somos buenas en lo que hacemos y queremos seguir siendo las
mejores. No tenemos que estar constantemente validándonos,
sabemos lo que valemos.
Tenemos un norte, al fin encontramos
el camino correcto a seguir. Ya no andamos deambulando por aquí y por allá
viendo que hacer, o que nos conviene más. Ya cometimos los mayores errores, ya
lidiamos con esas cañas morales y aprendimos de ellas. Sabemos que una noche
de locura son días de angustia. Aprendimos que un clavo NO saca a otro, sino
que vivimos el duelo necesario para avanzar.
Nos damos el tiempo que sea
necesario para olvidar y sanar.
Tenemos las amigas que nosotras elegimos,
con las que nos sentimos más afines. No tenemos la necesidad de salir todos
los viernes y sábados para mirar a otros, porque disfrutamos más una noche de
descanso y lectura en solitario.
A los 30 sabemos disfrutarnos a nosotras
mismas, estar en silencio, pensar, darnos tiempo para descansar y relajar la
mente.
También sabemos lo que queremos en cuanto a
hombres. No queremos el que venga, los pasteles duran poco. Ya probamos lo suficiente como para seguir en esa parada. Ahora sí
sabemos lo que nos gusta.
Somos más exigentes, pero eso es porque nos
admiramos más. Ya nos dimos cuenta
que el príncipe azul no existe, pero que sí hay hombres buenos y compatibles
con nosotras.
Aceptamos las terminadas de otra manera, no nos echamos a morir cada vez que perdemos un amor, porque sabemos que ellos
perdieron más que nosotras. Sabemos que si no era él será otro. Caminamos con la seguridad de que siempre hay alguien que nos amará tal cual somos.
No tenemos el miedo de quedar solas, porque
los 30 son los nuevos 20. Estamos en un buen momento de la vida donde tenemos
accesibilidad a cosas que antes no teníamos, somos independientes y cada día
nos preocupamos de estar bien con nosotras mismas.
Andamos más seguras, nos movemos
diferentes, sabemos lo que proyectamos y eso se agradece. Son años de caídas
para poder llegar a esto.
Ya dejamos de preocuparnos tanto por el que
dirán, si alguien nos cae mal, no nos
damos ni el tiempo para intentar que nos caiga bien... a esta altura de la
vida no nos interesa ser la amiga del mundo.
Los 30 nos abre los ojos a un nuevo mundo,
un mundo de seguridad, un mundo donde es momento de disfrutar el hecho de haber
pasado todos los obstáculos que nos ha dado la vida.
Los 30 son lo mejor, no sabemos que nos
tiene preparado el futuro, pero sin duda el presente está para vivirlo y al
máximo.
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