miércoles, 20 de noviembre de 2013

Los 30.

Por @danischiaffino

Siempre le temí llegar a los 30.

Los veía tan lejanos y en un abrir y cerrar de ojos ya estaban acá.

Pero me di cuenta que no es nada terrible ¡al contrario! Los estoy disfrutando.

Cuando llegamos a esta etapa de la vida, tenemos nuestras cosas al fin más claras, sabemos lo que queremos, estamos más maduras, en el ámbito profesional estamos llegando a la estabilidad que tanto anhelábamos. Ya tenemos mayor seguridad en el trabajo, ya que con los años hemos demostrado que somos buenas en lo que hacemos y queremos seguir siendo las mejores. No tenemos que estar constantemente validándonos, sabemos lo que valemos.

Tenemos un norte, al fin encontramos el camino correcto a seguir. Ya no andamos deambulando por aquí y por allá viendo que hacer, o que nos conviene más. Ya cometimos los mayores errores, ya lidiamos con esas cañas morales y aprendimos de ellas. Sabemos que una noche de locura son días de angustia. Aprendimos que un clavo NO saca a otro, sino que vivimos el duelo necesario para avanzar. 

Nos damos el tiempo que sea necesario para olvidar y sanar.

Tenemos las amigas que nosotras elegimos, con las que nos sentimos más afines. No tenemos la necesidad de salir todos los viernes y sábados para mirar a otros, porque disfrutamos más una noche de descanso y lectura en solitario.

A los 30 sabemos disfrutarnos a nosotras mismas, estar en silencio, pensar, darnos tiempo para descansar y relajar la mente.

También sabemos lo que queremos en cuanto a hombres. No queremos el que venga, los pasteles duran poco. Ya probamos lo suficiente como para seguir en esa parada. Ahora sí sabemos lo que nos gusta.

Somos más exigentes, pero eso es porque nos admiramos más. Ya nos dimos cuenta que el príncipe azul no existe, pero que sí hay hombres buenos y compatibles con nosotras.

Aceptamos las terminadas de otra manera, no nos echamos a morir cada vez que perdemos un amor, porque sabemos que ellos perdieron más que nosotras. Sabemos que si no era él será otro. Caminamos con la seguridad de que siempre hay alguien que nos amará tal cual somos. 

No tenemos el miedo de quedar solas, porque los 30 son los nuevos 20. Estamos en un buen momento de la vida donde tenemos accesibilidad a cosas que antes no teníamos, somos independientes y cada día nos preocupamos de estar bien con nosotras mismas.

Andamos más seguras, nos movemos diferentes, sabemos lo que proyectamos y eso se agradece. Son años de caídas para poder llegar a esto.

Ya dejamos de preocuparnos tanto por el que dirán,  si alguien nos cae mal, no nos damos ni el tiempo para intentar que nos caiga bien... a esta altura de la vida no nos interesa ser la amiga del mundo.

Los 30 nos abre los ojos a un nuevo mundo, un mundo de seguridad, un mundo donde es momento de disfrutar el hecho de haber pasado todos los obstáculos que nos ha dado la vida.

Los 30 son lo mejor, no sabemos que nos tiene preparado el futuro, pero sin duda el presente está para vivirlo y al máximo.


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